El Abogado del ITAM es un facilitador de soluciones jurídicas. Se caracteriza por ser un abogado acostumbrado a altas dosis de trabajo y bajo presión. Su entrenamiento es único en iberoamérica y lo hace un técnico jurídico que trabaja con eficiencia y de manera altamente precisa. Posee las herramientas para realizar cualquier trabajo jurídico con creatividad y rigor jurídico. Sin embargo, su mayor aptitud es que el abogado del ITAM posee la capacidad de analizar situaciones complejas, en entornos institucionales interdisciplinarios y globales.

Su adaptación a cualquier institución privada o pública hace que pueda ser empleado para cualquier tarea y supere con mucho a la competencia: los abogados del ITAM aprenden pronto, más y mejor que el resto de sus contemporáneos. Son individuos intachables profesionalmente y entregados a la disciplina de trabajo en forma excepcional. En muy poco tiempo nuestros egresados se posicionan entre los mejores puestos y trabajos del medio por su alto valor técnico y jurídico.